Dice Erich Fromm en El arte de amar, hablando de la sociedad occidental contemporánea, que cuando una persona se integra a un grupo, confundiéndose a la larga con él, en general lo hace para superar cierta sensación de aislamiento y soledad en la cual se encuentra sumido.
Señala Fromm: "Se trata de una unión en la cual el ser individual en gran medida desaparece. Su finalidad es la pertenencia al rebaño. Si soy como todos los demás, si no tengo sentimientos o pensamientos que me hagan diferente, si me adapto a las costumbres, las ropas, las ideas, al patrón del grupo, estoy salvado. Salvado de la temible experiencia de la soledad."
Curiosamente, Pierre Bourdieu dice en definitiva lo mismo respecto de las élites, sólo que en este caso quien se identifica lo hace respecto de una diferencia. Para que se comprenda: me identifico con la diferencia que nos separa, a mí y a unos pocos más, de ese gran rebaño del cual recién nos hablaba Fromm.
En este punto no puedo menos que preguntarme por qué razón será que nos resulta tan difícil ser simplemente nosotros mismos...
martes, enero 18, 2011
El desafío de ser uno mismo
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario