domingo, enero 05, 2014

Un Aguafuerte porteña

El dolor tiene muchas formas y muchos nombres. O no tiene forma, ni nombre alguno, y ese es su mayor problema. En cualquier caso una de las formas posibles del dolor tiene que ver con este fragmento de una de las Aguafuertes porteñas de Roberto Arlt, titulada "La terrible sinceridad", que dice así:

Me dirá usted: “¿Y si me equivoco?”. No tiene importancia. Uno se equivoca cuando tiene que equivocarse. Ni un minuto antes ni un minuto después. ¿Por qué? Porque así lo ha dispuesta la vida, que es esa fuerza misteriosa. Si usted se ha equivocado sinceramente, lo perdonarán. O no lo perdonarán. Interesa poco. Usted sigue su camino. Contra viento y marea. Contra todos, si es necesario ir contra todos. Y créame llegará un momento en que usted se sentirá más fuerte, que la vida y la muerte se convertirán en dos juguetes entre sus manos. Así, como suena. Vida. Muerte. Usted va a mirar esa taba que tiene tal reverso, y de una patada la va a tirar lejos de usted. ¿Qué se le importan los nombres, si usted, con su fuerza, está más allá de los nombres?

¿Por qué razón esto duele? Porque estoy harto, sinceramente, de equivocarme, de que no me perdonen, y de que todavía no haya llegado el momento de comenzar a sentirme más fuerte, por supuesto.

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