Por cierto: los así llamados Reyes Magos no existen. No existen los magos, de hecho, y la realeza está en plena decadencia en todo el mundo desde hace rato, historias de príncipes y princesas incluidas. Aparte de eso, lo que no he podido dejar de preguntarme en estos días es qué hubiese sucedido en el mundo occidental si al llegar aquellos tres con sus camellos a Belén, en tiempos en que las ecografías eran todavía algo impensado, el recién llegado, hijo de María y de José, hubiese sido una niña en lugar de un niño.
lunes, enero 06, 2014
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