lunes, marzo 23, 2020

Cuarentena - Día 4

La cuarentena nos pone de momento a salvo de un virus terrible. Sin embargo, y aunque esto recién comienza, también nos acerca a un futuro oscuro, de brutal recesión económica y previsibles sálvese-quien-puedas que me inquieta. De momento uno (éste que escribe) puede darse el lujo de dar rienda suelta a los matices de su naturaleza ermitaña y pasar los días pensando, leyendo, escuchando músicas u observando el cielo desde su balcón. Pero no todos pueden permitirse lo mismo. Habrá que estar atentos para vislumbrar el punto en el cual el remedio comience a dar lugar a una nueva enfermedad, tan severa como la que intentamos prevenir. La velocidad con la cual el individualismo gana terreno por encima de la solidaridad, o el prejuicio le gana la pulseada al juicio y lo inhibe, porque pensar no importa, sino únicamente el bienestar propio o la imposición de los propios criterios, como si fuesen verdades absolutas. Ese es el gran enemigo. El gran problema de la humanidad es su condición contradictoria: ella está marcada por la belleza del amor, la poesía y la solidaridad, tanto como por una sempiterna tendencia a la imposición salvaje del más fuerte sobre el más débil.

No hay comentarios.: